El proyecto consiste en la reforma interior de una vivienda en un edificio plurifamiliar en Sant Martí, Barcelona. Anteriormente el propietario utilizaba el espacio como estudio de grabación de música y quiso adaptar parte de las estancias para instalar una vivienda.
El proceso consiste en el derribo de tabiques, pavimentos, falsos techos, etc, para la posterior construcción y adaptación de este nuevo espacio el cual se redistribuye generando un recibidor, un salón comedor con cocina, una habitación doble, dos baños y un vestidor.
La propuesta genera un espacio más diáfano, permitiendo mejorar el aprovechamiento de la superficie así como generar mucho espacio de almacenaje.